22 abril, 2006

La isla

Hubo una vez una isla donde habitaban todas las emociones y todos los sentimientos humanos que existen. Convivían, por supuesto, el temor, la sabiduría, el amor, la angustia, la envidia, el odio... Todos estaban allí. A pesar de los roces naturales, de la convivencia, la vida era sumamente tranquila e incluso previsible. A veces la rutina hacia que el aburrimiento se quedara dormido, o el impulso armaba algun secándolo, pero muchas veces la constancia y la conveniencia lograban aquietar el descontento.
Un día, inesperadamente para todos los habitantes de la isla, el conocimiento convocó una reunión. Cuando la distracción se dio por enterada y la pereza llego al lugar de encuentro, todos estuvieron presentes. Entonces el conocimiento dijo:
- Tengo una mala noticia que darles: la isla se hunde.
Todas las emociones que vivían en la isla dijeron:
- No! Cómo puede ser! Si nosotros vivimos aquí desde siempre.
El conocimiento repitió:
- La isla se hunde. El conocimiento casi nunca se equivoca, - dijo la conciencia dándose cuenta de la verdad. Si él dice que se hunde, deber ser porque se hunde.
Entonces el conocimiento contestó: - Por supuesto, cada uno puede hacer lo que quiera, pero yo les sugiero que busquen la manera de dejar la isla... Construyan un barco, un bote, una balsa o algo que les permita irse, porque el que permanezca en la isla desaparecerá de ella. - ¿No podrías ayudarnos? Preguntaron todos, porque confiaban en su capacidad. - No, dijo el conocimento. La previsión y yo hemos construido un avión y en cuanto termine de decirles esto volaremos hasta la isla más cercana.
Las emociones dijeron: - No! Pero no! ¿Qué será de nosotros? Dicho eso, el conocimiento se subió al avión con su socia y, llevando de polizón al miedo, que no es sonios ya se había escondido en el motor, dejaron la isla.
Todas las emociones, en efecto, se dedicaron a construir un bote, un barco, un velero.... todas... salvo el amor.
Porque el amor estaba tan relacionado con cada cosa de la isla que dijo: - Dejar esta isla, después de todo lo que vivi aquí... ¿cómo podría yo dejar este arbolito, por ejemplo? Ahhh... compartimos tantas cosas...
Y mientras las emociones se dedicaban a fabricar el medio para irse el amor se subió a cada árbol, olió cada rosa, se fue hasta la playa y se revolcó en la arena como solía hacerlo en otros tiempos. Toco cada piedra... y acaricio cada rama... Al llegar a la playa, exactamente desde donde el sol salía, su lugar favorito, quiso pensar con esa ingenuidad que tiene el amor: “Quizás la isla se hunda por un ratito... y después resurja...¿por qué no?”.
Y se quedo durante días y días midiendo la altura de la marea para revisar si el proceso de hundimiento no era reversible.... La isla se hundía cada vez mas...
Sin embargo, el amor no podía pensar en construir, porque estaba tan dolorido que solo era capaz de llorar y gemir por lo que perdería. Se le ocurrió entonces que la isla era muy grande y que aun cuando se hundiera un poco, el siempre podría refugiarse en la zona mas alta... Cualquier cosa era mejor que tener que irse. Una pequeña renuncia nunca había sido un problema para el. Así que, una vez mas, toco las piedritas de la orilla... y se arrastro por la arena.. y otra vez se mojo los pies en la pequeña playa ...
Luego, sin darse cuenta demasiado de su renuncia camino hacia la parte norte de la isla, que si bien no era la que mas le gustaba era la mas elevada....y la isla se hundía cada día un poco mas... mientras el amor se refugiaba cada día en un espacio mas pequeño...
Después de tantas cosas que pasamos juntos... le reprochó a la isla...
Hasta que, finalmente, solo quedo una minúscula porción de suelo firme, el resto había sido tapado completamente por el agua. Justo en ese momento el amor se dio cuenta de que la isla se estaba hundiendo de verdad. Comprendió que si no dejaba la isla, el amor desaparecería para siempre de la faz de la tierra...
Caminando entre senderos anegados y saltando enormes charcos de agua, el amor se dirigió a la bahía. Ya no había posibilidades de construirse una salida como la de todos, había perdido demasiado tiempo en legar lo que perdía y en llorar lo que desaparecía poco a poco antes sus ojos. Desde allí podría ver pasar a sus compañeros en las embarcaciones. Tenia la esperanza de explicar su situación y de que alguno de sus compañeros le comprendiera y le llevara. Observando el mar, vio venir el barco de la riqueza y le hizo señas. La riqueza se acerco un poquito a la bahía. - Riqueza, tu que tienes un barco tan grande, ¿no me llevarías hasta la isla vecina? Yo sufrí tanto la desaparición de esta isla que no pude fabricarme un bote.... Y la riqueza le contesto: - estoy tan cargada de dinero, de joyas y de piedras preciosas que no tengo lugar para ti, lo siento.
El amor siguió observando y vio venir a la Vanidad. El amor se estiro un poco y grito:
- vanidad... vanidad!!! Llevame contigo!!!!
La vanidad miro al amor y le dijo: - Me encantaría llevarte pero... estas sucio, desaliñado... afearías tanto mi barco....
Y así, el amor pidió ayuda a cada una de las emociones. A la constancia, a la sensualidad, a los celos, a la indignación y hasta al odio. Y cuando pensó que ya nadie mas pasaría, vio acercarse un barco muy pequeño, el ultimo, el de la tristeza.
Tristeza, hermana, tu que me conoces tanto, que eres tan sensible como yo... ¿me llevaras contigo?
Y la tristeza le contesto: - yo te llevaría pero estoy tan triste... que prefiero estar sola.
El amor, se dio cuenta de que por haberse quedado ligado a esas cosas que tanto amaba, el y la isla iban a hundirse en el mar hasta desaparecer. Entonces se sentó en el ultimo pedacito que quedaba de su isla a esperar el final...
De pronto el amor escucho que alguien chistaba... era un desconocido viejito que le hacia señas desde un bote de remos. El amor se sorprendió pero el viejecito le digo: - ven conmigo, súbete a mi bote y rema conmigo, yo te salvo. El amor le miro y le quiso dar explicaciones, sin terminar la frase el viejito le dijo: - entiendo...
El amor subió al bote y juntos empezaron a remar para alejarse de la isla. No paso mucho tiempo antes de ver como el ultimo centímetro que quedaba a flote termino de hundirse y la isla desapareció para siempre.
- Nunca volverá a existir una isla como esta... – murmuro el amor, quizás esperando que el viejito le contradijera. – No, como esta nunca, le respondió el viejito.
Cuando llegaron a la isla vecina, el amor comprendió que seguía vivo. Se dio cuenta de que iba a seguir existiendo. Giro sobre sus pies para agradecerle al viejito, pero este, sin decir una palabra, se había marchado tan misteriosamente como había aparecido. Entonces el amor muy intrigado, fue en busca de la sabiduría para preguntarle. – Como ha podido ser?? Yo no lo conozco y el me salvo... Nadie comprendía que me hubiera quedado sin embarcación, pero el me ayudo, el me salvo y yo ni siquiera se quien es....
La sabiduría lo miro a los ojos un buen rato y dijo: - El es el único capaz de conseguir que el amor sobreviva cuando el dolor de una perdida le hace creer que es imposible seguir adelante. El único capaz de darle una nueva oportunidad al amor cuando parece extinguirse, el que te salvo, amor, es el tiempo.

Es un cuento, de Jorge Bucay....creo que a muchos, incluida yo, nos sentará muy bien leerlo, espero que os guste tanto como me ha gustado a mi.



6 Comments:

Anonymous Anónimo said...

muy bonito relatoooooo,,,

11:40 p. m.  
Blogger meiga said...

NOTA ACLARATORIA :-) SE QUE ES LO SUFICIENTEMENTE LARGO PARA QUE DE PEREZA LEERLO PERO.... CREO QUE MERECE LA PENA...
BESITOS PARA TODOS.

11:49 p. m.  
Blogger TORO SALVAJE said...

Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

6:08 a. m.  
Blogger la witch said...

...Merece la pena...
El tiempo le dió otra oportunidad al amor...de nosotros depende aprovechar o no ese tiempo...ese amor...

11:34 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

¿olvidaste mi primera mirad cuando te desnudaste estando ya desnuda y entregada?

como siempre besos

12:45 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Este post me recuerda a la leyenda de los sentimientos. Espero que esto no se considere SPAM pero os mando un enlace a la primera pagina web que hice hace ya hace unos años y en la cual puse esta leyenda:

http://www.terra.es/personal/fran_hg/leyenda.htm

5:48 p. m.  

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