A ti...

A ti… que mirando solo hacia la Luna, me regalaste estrellas alrededor
A ti… que me diste atención para escuchar más a mi demonio y menos a mi angelito
A ti… que después de ayudarte a venir, me dejaste sentado mirando como te alejabas
A ti… que me hiciste ver que si no pones tu nombre en las cosas, te las roban
A ti… que al cantarte me puedo olvidar de todos los malos momentos
A ti… que me metiste tantos pájaros en la cabeza que podría salir volando
A ti… que me traicionaste, porque sólo una buena amiga tiene poder para hacerlo
A ti… que de tanto recordarte me olvidé de respirar y me he ahogado
A ti… que encerraste en una foto tres besos, dos corazones, un sentimiento
A ti… que por ti me hundí en alcohol, malo para el hígado, pero bueno para el corazón
A ti… que me llevaste con mi ángel de la guarda y resultó estar más loco que yo
A ti… que soltaste la cerilla que al final hizo arder nuestro cuento
A ti… que te saltaste todas las normas para estar conmigo dos días
A ti… que tantas veces te bastó un segundo para girar mi vida 180 º
A ti… que aunque tu no lo sepas, me he inventado tu nombre
A ti… que me enseñaste que los sueños ni se crean ni se destruyen, solo se transforman
A ti… que te fuiste sin avisar, y no me dio tiempo a despedirme
A ti… que me tapaste los ojos con las manos, para regalarme un beso
A ti… que conmigo plantaste cara a todos, y dijimos: “podemos”
A ti… que todo fue tan despacio que casi no me di cuenta de cómo te perdía
A ti… que ya no tengo a quien esperar despierto para desayunar un “te quiero”
A ti… que pasaste conmigo esas noches escondidos del mundo
A ti… que me demostraste que uno mas uno, pueden ser perfectamente uno
A ti… que me llevaste a pasear por el boulevard de los sueños rotos
A ti… que tus besos son dulces a mis labios pero amargos a mi razón
A ti… que un pajarito me dijo que aun me llamas todas las noches desde tu ventana
A ti… que le diste a mi guitarra una razón para llorar, pero cientos de miles para sonreír
A ti… que aún nos debemos tantas cosas, que estar así debería ser delito
A ti… que mi alma te cambia este poema por un segundo más junto a ti
A ti… y a mi… y para quien jamás creyó en un “nosotros”…

que no se confíe mucho, porque al final perderá sus apuestas…

De un amigo para su vida en el sur

"El amor es la moneda que dejamos, siendo niños, en la via del tren." Quique Gonzalez